jun 25, 2025
ORLANDO, Fla. | Campeonatos Nacionales Juveniles de Voleibol AAU 2025
Para Audrey Bostwick, el voleibol siempre ha sido más que un deporte. Ha sido un refugio, una pasión, y en los últimos dos años, una poderosa fuente de fortaleza.
La líbero de 14 años de Preston, Idaho, llegó a Florida con sus compañeras de Mountain Peak no solo para competir, sino para celebrar algo profundamente personal: claridad.
Justo veinticuatro horas antes de volar a los Nacionales de Voleibol AAU 2025, Audrey recibió un diagnóstico muy esperado después de más de un año de pruebas médicas complejas. El viaje comenzó a finales de 2023 cuando una visita rutinaria al médico por una faringitis estreptocócica se convirtió en algo mucho más serio. Su médico notó una desviación inusual en su lengua. Al principio, no parecía una gran preocupación, pero meses después quedó claro que algo estaba mal. Los médicos temían un tumor presionando los nervios que controlan su lengua, lo que llevó a meses de pruebas, incluidas resonancias magnéticas, electrocardiogramas, electromiografías y una punción lumbar.
"Estábamos asustados," recuerda Lindsay, la madre de Audrey. "Durante meses estuvimos haciendo pruebas para todo, desde mini accidentes cerebrovasculares hasta esclerosis múltiple e incluso ELA."
A pesar de la incertidumbre, el voleibol siguió siendo la constante de Audrey.
"No importa lo que hiciera en el hospital, siempre volvía a practicar," dijo ella. "Era mi escape. Podía simplemente jugar y olvidar todo lo demás. Era casi como mi pequeño secreto."
La semana pasada, Audrey fue diagnosticada oficialmente con el Síndrome de Parry-Romberg, una rara condición degenerativa que causa atrofia facial. No hay cura, y la condición varía ampliamente en severidad. Pero para Audrey y su madre, la noticia llegó con una ola de alivio ya que las pruebas descartaron un tumor cerebral y ELA.
"Cada pequeño dolor o molestia, me preocupaba. ¿Es esto? ¿Es aquí donde deja de poder jugar el deporte que ama?" dijo Lindsay, la madre de Audrey. "Ahora que sabemos que no es ELA o un tumor cerebral, estamos tan aliviados y felices de estar aquí jugando voleibol."
Ahora, en el corazón del torneo de voleibol más grande del mundo, Audrey está haciendo exactamente lo que ama: competir con su equipo y disfrutar cada momento en la cancha.
"Nunca sabrías que está pasando por algo," dijo su entrenadora Dixie Loveless. "Siempre está trabajando duro, siempre sonriendo. Siempre presente para su equipo."
Audrey no solo está compitiendo en el torneo de voleibol más grande del mundo. Está viviendo el momento. Rodeada de compañeras de equipo, apoyada por su comunidad, y haciendo lo que ama.